Entre esas dos palmeras, y encima de esa hamaca, se encuentra una frágil criatura.
Se encuentra un jarocho.
Con la playera desgastada y hoyeada,
con la panza de fuera y el pantalón desabrochado,
descalzo, con la gorra encima de la cabeza cubriéndolo de algún rayo no invitado del sol
toma la sombra y se deja mecer por la brisa del mar,
una superior destapada oscila en sus manos,
y la siesta interrumpida por el ladrido de los perros
es acurrucada por el sonido constante de las olas...
con los ojos cerrados deja en libertad su imaginación,
lo bonito que es la vida y lo bonito que sería sacarse la lotería,
para poder no trabajar y poder estar siempre en su hamaca,
esuchar el susurro de las olas y sentir la suave y fresca brisa del mar.
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Y es que, en varias ocasiones, al saber mi ciudad de procedencia, con una gran sonrisa me decían: uórale carnal, así que tu eres un "Embajador de la felicidad"...
y yo perplejo preguntaba, pero por qué? y a esto siempre me contestaban: pues por que eres de Veracruz...
Y esto se ha repetido innumerables veces...
Así que no está mal estar de retache. No tenemos frentes helados, no tenemos efecto invernadero, no tenemos tráfico excesivo aunque se quejen, la verdad es que no lo hay, no tenemos contaminación nociva, no tenemos falta de agua, todavía. No tenemos muchas cosas, pero si tenemos muchas otras.. el poder caminar al borde del mar, cuando se nos hinche la regalada gana.. simplemente, no tiene precio, ni comparación.. lo que si tenemos es al tío fide de gobernador, su fidelidad de mierda y a sus secuaces narcos que dentro de poco van a armar otra balacera.. ya veremos..
todo esto pa recordar que, en el mar la vida es más sabrosa... la neta que sí....
y sólo veracruz es bello..
La palmera
Playeando con la bandera
La salvavidas
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